Por Mauricio Fernández M.

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Los inicios de los bomberos en Chile comienzan con gran ímpetu y entusiasmo y ello se refleja en la cantidad de ciudadanos que contestan el llamado de las autoridades y vecinos a organizarse en las distintas ciudades importantes del Chile de mediados del siglo XIX. También lo reflejan los elementos de que se harán parte en sus primeros años. De ellos destacan sin duda sus bombas, las que fueron recibidas por medio de donaciones o por pagos de los mismos voluntarios.
En este inicio, las alternativas de contar con una herramienta fundamental se dirigen a bombas de palancas construidas en Estados Unidos, en particular, la adquisición de las primeras bombas para la Asociación Contra Incendios de Valparaíso.

La Hunneman & Co.
William Cooper Hunneman fundó en Roxbury, Massachusetts, la empresa constructora de bombas que
llevaría su nombre. El constructor desarrollará su primera bomba en 1792 y la empresa, que fue administrada por tres generaciones de la familia Hunneman, las construirá hasta 1883, llegando a producir 750 bombas. Hunneman, junto con Jacob Perkins y Allan Pollock, es considerado el padre de las bombas modernas de este tipo al desarrollar y patentar este modelo que llegó a ser muy utilizado en las principales ciudades de Estados Unidos.

Un aviso de periódico de 1810 decía respecto de sus características “ … Las tinas estaban hechas de cobre y madera lo que garantiza expulsar el agua más rápido «que cualquier otra con un menor número de hombres, y más lejos que cualquier otro con un número igual de hombres …”

Las “Hunneman” llegan a Chile.
Tras la organización de la Asociación Contra Incendios de Valparaíso, el Directorio formado encarga a EEUU dos nuevas bombas con las que equipará las recién formadas Compañías de Agua Nº 1 y N° 2. La primera de estas bombas que llegó a Valparaíso, fue la destinada a la 1ra. Compañía y se denominó “Bomba Americana” dado su origen, una bomba a palancas Hunneman, construida en Boston, y que hoy se conserva en el Museo de Bomberos de Ancud.
La primera con que contó la Compañía fue una bomba a palanca, de procedencia norteamericana, llegada a Valparaíso en el bergantín norteamericano “Independence”, en 16 de junio de 1852. Esta bomba, llamada “La Chilenita”, “era de gran potencia y efectividad para su época, y llegó dotada de pitones, mangueras de suela, cuyo traslado a los incendios, se tenía que hacer mediante la fuerza física“ [4].
De entre los voluntarios de la 1ra. Compañía, destacaba Don Carlos P. Hemenway, quien era ciudadano
norteamericano, representante en Chile de la Firma Hemenway y Cía. Fue uno de los gestores y, además,
fundador de la Asociación contra Incendios. Integró la primera Oficialidad de la Primera Compañía de
Bombas en su calidad de Teniente 1º [1].
De las firmas estadounidenses en el puerto, las más prominentes eran la casa Grace y Wessel Duval & Cía. La primera, que abrió su oficina en Valparaíso en 1880 durante la Guerra del Pacífico, había nacido a partir de los negocios en el Perú de William R. Grace, un irlandés nacionalizado norteamericano; la última era la
sucesora de Augustus Hemenway, que se había iniciado en el comercio entre Boston y Valparaíso a fines de los años 1820. Hemenway & Co. pasó a ser Hemenway, Beéche & Co. desde 1885, luego de que se
incorporara como socio Héctor Beéche, quien había ingresado a la firma en Valparaíso veinte años antes. Al renovarse la sociedad chilena en 1888, el último miembro de la familia del fundador, quedó solo como socio comanditario, y la firma se pasó a llamar Browne, Beéche & Co. En esa oportunidad ingresó como socio en Valparaíso, Pedro M. Wessel, un activo danés avecindado en Chile que por entonces era contratista del Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia.
Bajo esta casa se realizaron importaciones de las bombas Hunneman y, en varias compañías, suele indicarse por error como constructor a Hemenway, siendo que éste sólo actuaba como el importador.

Casi un año después, el 23 de Junio de 1852, entraban al Cuartel del edificio de la Bolsa Comercial dos
bombas de procedencia norteamericana. Eran de palancas y la que correspondió a la 1ª Compañía se
llamaba “Americana”. A la 2ª “Compañía de Aguas” le correspondió una idéntica la que fue llamada
“Chilenita”. Esta última compañía, sumaría en 1861 una segunda bomba a palancas llamada “Salamandra”.

El importe total de los gastos que demandó el material para las cuatro compañías, incluyendo, las dos
Bombas encargadas a Estados Unidos de Norte-América, ascendió á $ 6,000 mas ó menos. Esa suma fue erogada casi en su totalidad por el comercio de Valparaíso.
La Municipalidad se suscribió con la miserable suma de tres onzas (cincuenta y un pesos y setenta y cinco
centavos oro) y meses después votó una subvención de cincuenta pesos mensuales. [2]

No pasó mucho tiempo y antes que los vecinos de El Almendral también quisieran organizar una compañía de bomberos.

Bomberos del Almendral.- El retardo que por la distancia tuvieron que sufrir las bombas en el incendio de
esta mañana, ha sugerido a algunos señores la idea de establecer en el Almendral una sección del cuerpo
de bomberos, formada de los vecinos y habitantes de aquel punto, que más inmediatamente ligados a sus intereses hallarían mayor estímulo para defender y protegerlos. Hoy mismo se nos dice que va a tratarse este asunto, y es fuera de toda duda su realización. Las desgracias hacen muchas veces a los hombres, se dice; las desgracias, repetimos, nosotros, hacen también a los pueblos y a las buenas y grandes ideas.
El Mercurio, 30 de abril de 1852

Pasaron algunos meses para que dicha organización pudiera efectuarse, lo que ocurrió en los salones de la Filarmónica a comienzos del mes de Agosto de 1852. Sin embargo, dicha compañía no duraría muchos
meses de funcionamiento, tras lo cual hubo de esperar dos años más para su formación definitiva.
El 1° de Setiembre de 1853 se daba la alarma de un nuevo incendio en la calle de la Victoria, que tomó muy grandes proporciones, a pesar del vigor con que fue atacado por los bomberos. Tras este incendio, toma nueva fuerza la formación de la Tercera Compañía de Agua para proteger el barrio Almendral.
El señor Cousiño, propietario de un edificio inmediato al lugar del siniestro, quiso manifestar el concepto
que le merecía el Cuerpo de Bomberos, obsequiándole una bomba de primera clase que se apresuró a pedir a Estados Unidos de Norte-América unos cuantos días después del incendio [1].
A ese rasgo de excepcional generosidad a favor de la institución se refieren las siguientes comunicaciones:

Valparaíso, Setiembre 6 de 1853.
Señores Directores de la Sociedad de Bomberos de Valparaíso.
Muy Señores míos:
Me ha sido muy satisfactorio saber el noble empeño con que la Sociedad que ustedes representan, ha
prestado sus importantes trabajos en la mañana del 1° del presente para mermar los desastres del
desgraciado incendio de ese día. A esos esfuerzos he debido yo, tal vez, la conservación de mi casa cerca
del lugar incendiado, y deseando acreditar á esa Sociedad mi admiración por sus trabajos en favor de
la humanidad y mi agradecimiento por la parte en que he sido favorecido, he acordado obsequiar á la
Sociedad una Bomba de primera clase, para cuyo efecto encargo con esta fecha al señor don Thomas
Bland Garland, uno de los miembros de ese Directorio, para que de acuerdo con ustedes, proceda
a encargarla de mi cuenta. Suplico á ustedes se sirvan admitir esta manifestación de gratitud, con que
me suscribo de ustedes atento servidor
M.COUSIÑO.

Dicha bomba llegó el 2 de noviembre de 1854 y se denominaría “Cousiño” en honor a su adherente y, tal
como era costumbre de aquella época, sería el nombre de la Compañía recién formada de bomberos del
Almendral.


Nuestra primera bomba la “Cousiño”
Por Claudio Chaparro Forn.

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La donación de una bomba al Cuerpo de Bomberos de Valparaíso por parte del señor Matías Cousiño
Jorquera, fue el vamos para la fundación definitiva de la primera Compañía de Bomberos en el barrio del
Almendral, la que pasó a ser la Tercera Compañía de Bomberos de Valparaíso.
La bomba encargada arribó a Valparaíso el 2 de noviembre de 1854, cuando aún no enteraba un mes de vida nuestra institución. Las expectativas puestas por los flamantes miembros de la Tercera en esta nueva
bomba, no podían ser más elocuentes con lo acontecido a su arribo. Aquel día se reunieron en el edificio de la Bolsa Comercial, el mismo lugar en el cual se había firmado el acta de fundación, un gran número de voluntarios al mando del Capitán Sartori. Desde allí pasaron a recoger la nueva bomba y la llevaron
marchando hasta la Plaza de la Victoria. En el citado lugar armaron un pozo existente en la calle del Circo
(hoy Edwards) y se pudo comprobar que se trataba de una máquina poderosa y eficiente.
El bautizo de fuego de la bomba, y de la institución, se verificó la noche del 24 de noviembre de 1854, en un incendio que destruyó algunas casas vecinas a la antigua Aduana (La que después fue la Intendencia y hoy es la Comandancia en Jefe de la Armada).
En dicha oportunidad, la bomba “Cousiño” fue sacada del cuartel por el Secretario señor Antonio Barrena
acompañado por el Teniente 4º don Manuel Riofrío Papa y por el voluntario don Alberto Carson. El
Secretario señor Barrena, en la Memoria correspondiente a aquel año señaló lo siguiente:

“…Colocado el pitón en el callejón formado entre la casa del señor Lyon y la del señor Guinodié, por espacio de tres horas no dejó de arrojar un torrente de agua y contribuyó a salvar el edificio de la Aduana…”

El 17 de enero de 1855 concurrió la “Cousiño” a su primer Ejercicio General, el que tuvo lugar en la Plaza
Municipal ( hoy Echaurren), en conjunto con el resto de las Compañías. A tan significativo evento, al Capitán señor Sartori, se le ocurrió la idea de empavesar la bomba con cuatro banderolas colocadas en cada ángulo y, de otra, con el nombre “Cousiño” bordado en letras doradas. Se cuenta que al paso de la Compañía frente al edificio de la Bolsa Comercial, donde se encontraban formadas el resto de las compañías, fue saludada por éstas con tres sonoros hurras.

La “Cousiño sirvió a la Tercera por espacio de veintinueve años, pues fue puesta fuera de servicio el año 1883. Posteriormente, a fines de 1884, fue vendida a la recién formada 1ª Compañía de Bomberos de Viña
del Mar, la que pasados algunos años se declaró en receso.

La actual 1ª Compañía de Bomberos de Viña del Mar “José Francisco Vergara” fue reorganizada el 13 de abril de 1913 y, en esta circunstancia, el ilustre tercerino don Roberto Felipe Délano Ross, tuvo significativa participación. Fue su primer Director y tomó como Reglamento el de nuestra Compañía, al igual que el color de su cotona: granate. Con esta institución viñamarina, la Tercera acordó un canje el 26 de abril de 1915, el que nos une hasta la fecha.
De aquella primitiva bomba no se guardan fotografías, sólo queda un pequeño modelo a menor escala que donó nuestro voluntario don Rafael Luis Barahona Stahr y que está sobre el escritorio de oficiales. Gemelas a esta bomba llegaron dos más, una fue para la 4ª Compañía a la que se le llamó “Valparaíso”. Esa Compañía fue en sus inicios la bomba “Española”, que se disolvió. Con los años esa bomba fue vendida a la 1ª Compañía de Bomberos de San Felipe la que aún hoy lucen en su cuartel como preciado testigo de una época pretérita.

[NdeR] La Primera Compañía de Viña del Mar, al entrar en receso, entrega su material a la Comandancia de dicho Cuerpo, siendo la bodega de dicho Cuerpo el último destino conocido de la bomba.

En Santiago.
“La antigua brigada de bomberos carecía absolutamente de escaleras adecuadas para el servicio, y por
consiguiente el nuevo material vino á satisfacer necesidades muy urgentes y a dejar al Cuerpo de Bomberos en aptitud de hacer servicios que antes no podía prestar.
Esos elementos fueron los primeros que recibió el Cuerpo de Bomberos después de su fundación.
En el mes de Noviembre siguiente llegó de Estados Unidos la bomba de palanca pedida en los últimos días de Diciembre de 1863, esto es, en el mismo momento en que se acometió la empresa de organizar el
Cuerpo de Bomberos.
El encargo se hizo a Boston, por conducto de los agentes en Valparaiso de la casa Hemenway residente en aquella ciudad de Estados Unidos.
Aunque el Directorio reconsideró esa resolución, acordando pedir una bomba de vapor en lugar de la de
palanca, la comunicación del nuevo acuerdo llegó á Boston cuando los fabricantes habían iniciado el trabajo de ésta por lo que resolvieron adelantar la construcción y entregarla al Directorio para que dispusiera de ella“ [2].

“Bomba a palancas de aproximadamente 1400 kilos de peso. Posee una entrada de agua y dos salidas. Se
llevaba al lugar del servicio por tracción humana (dos hombres en la lanza y tres por cada costado tirando
cuerdas). Poseía cuatro baldes fabricados en suela y mangueras del mismo material.

Alcanzaba una presión de 100 libras con una altura del chorro de agua sobre 15 metros. Para impulsar la
bomba se ejercía fuerza humana en dos varas con ocho a diez hombres por cada costado que al grito de
“¡fuego! ¡agua!” coordinaban sus movimientos.
Relación Histórica:
Junto a la creación del Cuerpo de Bomberos de Santiago fue solicitada a Boston la primera bomba a
palancas, a través de los agentes de la Casa Hemenway en Valparaiso. Llegada en noviembre de 1864, el
directorio decide asignarla a la Compañía del Poniente (hoy, Tercera Compañía) en virtud de premiar “su
actividad y entusiasmo en el servicio.
Fue la máquina de nuestros fundadores: de Jose Luis Claro, de Enrique Meiggs, de Ramon Abasolo, de
Benjamín Vicuña Mackenna. de grandes hombres de la historia de Chile como Francisco Bascuñán Guerrero y Fermín Vivaceta. Participo en jornadas gloriosas como el incendio del Portal de Sierra Bella en 1869, el del Teatro Municipal en 1870, que costó la vida de Germán Tenderini, primer mártir del cuerpo, y en el incendio del cuartel de Artillería en 1880, de gran significación para la historia patria.
Abandonando el servicio en 1915 y confinada a las bodegas del Cuerpo, es restaurada en 1987 por don
Tomas Rodríguez, maquinista de bombas antiguas de la Tercera Compañía.
Actualmente, enteramente reparada, luce orgullosa su figura en la sala de máquinas del cuartel
tercerino”[3].
El siguiente cuadro, rescatado desde un sitio web dedicado a las bombas a palanca, nos indica el año de
construcción, destino y número de serie de las bombas de esta firma que llegaron a Chile.

Engine Namebuilder yearbuild serial # hometown cyl size Ubicación Actual
Americana1852#440Valparaiso Chile8″Museo Ancud
Chileno (Salamandra)1852#439Valparaiso Chile8″Desconocida
Cousine #31854#501Valparaiso Chile8″Desconocida
Valparaiso #41856#567Valparaiso Chile8″San Felipe
Francesca1857#587Valparaiso Chile8″Desconocida
Cristobal Colon1858#618Valparaiso Chile8″Desconocida
Santiago #11864#673Santiago Chile8″Tercera Santiago
Mapocho #11873#730Santiago Chile5 1/2″Primera Rengo

Fuentes:
[1]: Historia Del Cuerpo De Bomberos De Valparaíso. Carlos Fredes Aliaga. 2001.
[2] El Cuerpo de Bomberos de Santiago. 1863-1900. Ismael Valdes Vergara
[3] http://bombadelponiente.blogspot.com/2010/10/datos-tecnicos-bomba-palancas-de.html
[4] http://www.bomberosvalparaiso.cl/1ra.html
Sitios web:
http://es.wikipedia.org/wiki/Cuerpo_de_Bomberos_de_Valpara%C3%ADso
http://www.soybombero.cl/prontus_soybombero/site/artic/20110118/pags/20110118110235.html
Videos http://www.youtube.com/watch?v=YRXFCD20QsY

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